Versos, gaitas y gaiteros

Atenas, 5 de septiembre .

VERSOS, GAITAS Y GAITEROS

Hoy se me antoja

que no debería escribir otra cosa que versos,

versos malos por supuesto,

porque tratar de decir la realidad

organizar las ideas

tirar de la cuerda sobre el brocal del pozo

para obtener el agua necesaria

la clarividencia suficiente,

se me parece un trabajo árido

del cual cabe esperar exigua recompensa.

Decir como quien hace música,

música que suene,

sólo un referente para encontrarse de bruces sobre la tarde

en un lecho de sábanas limpias

gozando todavía de las notas que quedaron atrapadas

entre las horas del día

como bruma entre los árboles

como perfume de jaras en flor.

Decir si cabe de qué está hecha esta suerte de laberinto

donde no faltan ni las sirenas

ni las calles llenas de gente,

donde la amable temperatura del Mediterráneo

invita a holgar y mirar la vida serenamente.

Escribir palabras sin método

que convoquen los pensamientos y las emociones

alrededor de una cerveza a la hora del crepúsculo;

sin demasiado empeño,

que las palabras tengan el peso del aire

que sirvan para acariciar,

para decir te quiero, por ejemplo

-¿qué mejor caricia que eso?-,

para nombrar a las constelaciones y a las flores,

acaso, para matizar y pintarle

con los lápices de colores un copete de nieve

al silencio.

No nos enfademos,

acaso tuviera razón ella

y las palabras no valgan un pimiento,

un decir que existo tan solo;

y eso porque me lo pide el cuerpo,

que si no, ni eso.

Tumbado panza arriba,

hoy aquí mañana allá

dedicarse única y exclusivamente a escribir versos.

Buena vida, sí señor,

aunque eso no te libre del trabajo de vivir,

que los versos son como las gaitas,

necesitan viento y gaitero que las toquen;

algo más que palabras y buenas intenciones,

me temo.

2 comentarios:

Escrito en la pared dijo...

Helás!

Pues nada, incorporo este nuevo lugar a las rss y te seguiremos -aunque tu ritmo de escritura sea más rápido que el mío de lectura-. Pese a que suena bien eso de "camino de casa", espero que no hayas entrado en una cuesta abajo de esas de regreso que a veces me dan a mí...

Un beso!

Anónimo dijo...

Poeeeeeeeeeeeeeeta!!!!
Te quiero mucho, como la trucha al trucho.
La Gorda